martes, junio 05, 2012

Eurocopa y “la Roja”, pan y circo


Ya llega la Eurocopa. España entera volverá a ser Una, Grande y Libre. La gran selección que nos representa, “la Roja”, ha hecho méritos sobrados para que se la idolatre, se la deifique, se la respete hasta más allá de lo meramente humano hasta encumbrarla en el Olimpo. Así se nos transmite y así nos los creemos.
¿Cómo puede ser que un gobierno anticatalanista como el actual, y su recua de votantes, no pongan el grito en el cielo porque la mayoría de los que han conseguido dichas gestas son catalanes que juegan en el equipo más separatista de España?
¿Cómo puede ser que unos separatistas, como la mayoría de politicos catalanes (al menos a la hora de mendigar votos), no se exclaman y ponen el grito en el cielo porque sus jugadores catalanes se van a representar a esa España que tanto repudian?
No os exaltéis, era broma. Tanto a unos como a otros les importa una mierda si los jugadores son de aquí, de Cuescolejos de la Torre o de San Fernando del Mango. A la casta política lo que de verdad le interesa y conviene es que esa selección logre un gran papel en la eurocopa. Y a poder ser que la ganen.
Porque si eso sucede, durante unos días no habrá crisis, se incrementará la vena patria, se venderán banderas y una multitud de pobres ignorantes se sentirán, gracias a esos chavales, superiores a los alemanes en cualquier cosa que se les antoje. Durante unos días el Dios Uno y Trino será español y católico, que tiemblen los infieles y los luteranos.
Será un modo español de esconder la cruel realidad que será otra. Que seremos intervenidos. Que perderemos los poquísimos derechos que pudieran quedarnos. Que seremos una provincia más de Alemania. Que nuestras castas inútiles e incompetentes seguirán en sus poltronas, tronos y catedrales mientras a la ciudadanía se nos achina o africaniza. Que España, la triste España, retornará al lugar al que pertenece por herencia histórica y humana.
Pero eso será mucho después. En un futuro en el que es mejor no pensar.
Ahora toca endeudarse con un buen televisor y postrarse ante esos altos funcionarios a tiempo parcial a los que no afecta recorte alguno. O así lo creo yo ya que se llevarán trecientos mil euros por cabeza si ganan de nuevo. Aunque solo es dinero.

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1 comentario:

David Hornero dijo...

Que razón, Manel.