Leo con estupor que para la visita del Papa a Madrid va a haber un despliegue policial tremendo: 6150 efectivos entre policías y guardia civil y 4000 policías municipales. O sea, más de 10000 personas cobrando su sueldo para controlar la seguridad de los desplazamientos del ex nazi.
Visto desde fuera, y a pesar de que parezca una contradicción, parecería más bien que lo que se pretende es que no pueda acercársele “ni Dios”. Aunque dudo que sea esa la razón.
Dudo también que ese contingente policial esté ahí para efectuar cargas contra los “pobrecitos” seguidores del alemán, argumentando para ello que deben “entrar las brigadas de limpieza”.
Creo más bien que esos efectivos tengan como tarea mantener a raya a los indignados del 15M que se atrevan a cuestionar lo absurdo, vergonzoso e inmoral de la visita de ese buen señor (una vez más) a otra ciudad española.
Desde aquí hago un llamamiento a los ladrones, chorizos, trileros, asesinos, camellos y demás gente de mal vivir: Lo tenéis a huevo para hacer vuestro agosto (y nunca mejor dicho); pensad que toda la policía va a estar en Madrid y el resto va a ser totalmente para vosotros. Aprovechad, que la ocasión la pintan calva.
Concluyo con una reflexión: ¿No sería mejor que el Ratzinger y todo su sequito de prelados, cardenales, obispos, arzobispos, curas, monjas y seguidores fieles se fueran a África a hacer su apostolado? Allí hay 12 millones de personas muriendo de hambre que les necesitan más que nosotros…
Pero ahí no van. En esas tierras nadie les va a financiar el viaje, sus lindas vacaciones.
Claro, claro, tenéis razón, son católicos, no cristianos.
Siempre me confundo.
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1 comentario:
No esperaba menos de ti.
Un beso para ti y para el resto de gente que quede por ahí.
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