Una de las cosas que me argumentan algunos cuando ataco a la Iglesia Católica es lo siguiente:
No todos los integrantes de la misma son iguales. Los hubo (y los hay, sobre todo en la alta jerarquia) que se acuestan día y noche con el Poder para no perder ninguna de las prebendas que éste les ofrece (Véase la connivencia que existe siempre entre las vergonzosas dictaduras fascistas y ellos: la Alemania de Hitler, la Italia de Mussolini, la España de Franco o las feroces dictaduras de Sudamérica). Por otro lado están los comprometidos con la gente, la desgracia, la enfermedad, el hambre. Muchísima gente que sufre por tantos, algunos de los cuales llegan a dar su vida por los demás.
Con todos estos argumentos es fácil caer en la trampa y aceptar que uno es el equivocado. Pero ya me conocéis, soy poco dado a entregar las armas a la primera de cambio y prefiero defender mis argumentos.
Lo cierto es que aquellos que me ofrecen tan digno comentario parecen confundir dos aspectos importantes: ser Cristiano (seguidor de la doctrina de Cristo), y no entraremos aquí en nada que tenga que ver con la Fe o la Divinidad sino en lo que sus palabras contienen de doctrina ética y ser Católico (Seguidor de un invento castrador basado en la doctrina de Cristo tergiversada).
Llegados a este punto es cuando emito mi única premisa:
Un católico, por el hecho de serlo, no puede ser cristiano.
Es un imposible. Cualquier seguidor de las doctrinas de Cristo ha de sentir una gran vergüenza y un asco atroz al ver las palabras y los actos de la Iglesia Católica. Un cristiano de verdad tomará partido ante la injusticia y será totalmente crítico con la Iglesia y todo lo que representa. A mi modo de ver, un buen cristiano debe abandonar esa Iglesia, que no le representa, y luchar contra ella
¿Qué pensaríamos de un militar que postulara el Pacifismo, le creeríamos? Permitidme que lo dude. En todo caso pensaríamos que algo esconde. Pues ese es el pensamiento que tengo yo sobre todo aquel que se define cristiano pero se mantiene bajo el protectorado de la Iglesia.
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