martes, noviembre 30, 2010

Morfologia de los cronopios

La morfología de los cronopios es algo especial. Sin entrar en disquisiciones anatómicas ya que no es el lugar para ello, nos permitiremos hacer una somera explicación, comprensible para los lectores de a pie, que describa ciertos funcionamientos cerebrales de los mismos.
Hemos de imaginarnos que el cerebro de un cronopio contiene algo parecido a tres cajones. A saber:
Uno de ellos es muy grande, mucho, y se le conoce como el primero. Ese es el cajón de la felicidad y la alegría. Se sitúa encima de los ojos. Es por eso que toda felicidad del mundo le cabe sobradamente en él. Su tamaño permite que no se llene jamás Es por esa razón que cuando un cronopio está feliz no cae en tonterías como que le esté nevando encima y haga un frío de carámbanos, ni siente las patas mojadas al estar con la mujer amada.
El segundo cajón es muy pequeño. Es el cajón de la pena. Se sitúa detrás del primero y solo se le ve a través del microscopio. Por esa razón cuando un cronopio entristece, cosa que hace muy a menudo y de modo visceral, se le llena enseguida y se ve obligado a desbordarlo hacia el tercer cajón.
Dicho cajón es el de las lágrimas, situado directamente detrás de los ojos y conectado por un tubito fino al segundo. Eso es lo que lleva al cronopio a llorar hasta casi la deshidratación cuando está apenado. Para cada espacio ocupado por ella, corresponde empujar una lágrima. Por tanto, cuanta más pena o tristeza o lástima sienta, mayor es al caudal del llanto. Hasta llegar a extremos preocupantes para los ingenieros hidrográficos.
De todos modos los famas médicos no han dedicado grandes esfuerzos a menguar o resolver dicho problema. Son sabedores de que los cronopios a la que se encuentren una lagartija o una rosa abriéndose, se olvidarán de todo y volverán a ser felices.


* Tal vez te interese leer también Felicidad de cronopio

No hay comentarios: