sábado, julio 10, 2010

Esto es ritmo (Audiciones básicas 2)

Año 1913. París, capital cultural de Europa. Igor estrena un ballet para Serguei Diaguilev y el lucimiento de su amante, Nijinsky. El director y la orquesta se comportan de un modo  estoico mientras en el patio de butacas se están repartiendo más hostias que en la basílica de San Pedro un viernes santo de oferta (dos Cristos por uno más copazo)
Nadie entiende que un músico se atreva a reinventar el ritmo ni que tenga los santos cojones de mantener a la gente en un estado de alta ansiedad sin resolver el problema.
Hubo de pasar un tiempo para que el mundo pudiera digerir esa brutalidad que tiene como base lo primitivo del ser humano.
He de reconocer que a mí me llevó  cerca de un año digerirla. Eso sí, llegado a ese punto puedo reconocer que me sigue excitando más que la mayoría de cosas de este mundo.



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