Tal y como parece, a medida que transcurren los días,
es evidente que venimos de una nada para terminar en el caos.
Lo único que hacemos,
la mayoría de nosotros,
es dar vueltas y vueltas para que una minoría viva de maravilla.
Y es así que damos vueltas como los asnos en una noria;
más pendientes de la zanahoria que nos dan
que de los cientos de bastonazos que recibimos.
Y todo lo aceptamos
alelados,
ausentes,
atontados,
acojonados,
adormecidos,
amedrentados.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo con tu post, aunque creo que algunas personas ya estan despertando. Saludos.
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