Diez mil visitas ya y más de 260 entradas. Contadas desde Junio del pasado año, aunque este blog apareciera allá por el mes de febrero del mismo año. Parece mentira.
Y parece mentira porque, para seros sincero, este cuaderno de bitácora nació como un elemento curativo, una herramienta necesaria para vencer una depresión laboral en la que me vi inmerso, y que me sirvió más que los antidepresivos y los ansiolíticos para devolverme mi yo, que había perdido.
Por esta razón, el segundo agradecimiento es para todos aquellas personas que me llevaron a esa situación, a pesar de que en su fuero interno persiguieran lo contrario.
He dicho “segundo”, porque el primer agradecimiento es para todos y cada uno de los que me habéis visitado; independientemente de la fidelidad que hayáis demostrado. El solo hecho de pasar por aquí, entre los millones de blogs, algunos de ellos fantásticos, que esconde la Nube, ya es suficiente premio.
De entre todos, no obstante, debo hacer una mención especial a uno. Creo que se lo debo. Lo descubrí hace algún tiempo y he de reconocer que no hay otro visitante del blog con la fidelidad de éste:
Llevado por la curiosidad hice una búsqueda inversa con la IP para ver si había un dominio reconocible que me permitiera conocer un poco más a aquél o aquella que me demostraba tanto amor; Pero solo llegué hasta aquí. ¡Tachan!:
No he podido ir más allá. Pero a pesar de ello, a todos aquellos que formen parte de esa Website, mi más cordial saludo.
Y ya está, aquí termina esta entrada. Ahora solo queda esperar a ver cuando llegamos las 20000. Por mi parte intentaré publicar tanto como me sea posible. No olvidéis que en breve me sumerjo en el mundo de la novela y no sé la disponibilidad de tiempo que éste me dejará.
Un abrazo para casi tod@s.
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