miércoles, junio 22, 2011

¿Hay profesionalidad periodística? o Salir de Matrix

No voy a entrar una vez más en polémicas sobre la actuación de los Mossos d’esquadra contra la ingente cantidad de individuos haciendo kale borroka. Creo que las imágenes hablan por sí mismas y hasta Cristo debe estar harto de verlas.
Hoy desearía hacer hincapié en otros detalles que se ven en el vídeo y que comento a continuación.


No tengo demasiados estudios, pero si no me equivoco, todos aquellos que llevan un chaleco llamativo en cuya espalda van rotuladas las palabras “Premsa” y “Press” deben ser periodistas. Aunque no descarto que pueda estar equivocado ya que al estar escritas en catalán e inglés, respectivamente, pueden llevar a error a cualquiera que no sepa idiomas.
Caso de no andar errado queda bastante claro que hay unos cuantos; me atrevería a decir que en algunos momentos se pueden contar, al menos, quince.
Si aceptamos este número como correcto y pensamos que la actual tecnología en cámaras fotográficas y de vídeo permite tomar ingentes cantidades de imágenes, estamos en disposición de afirmar que debe existir un archivo fotográfico de los hechos del Parlament como para llenar los álbumes de 100 bodas.
Llegados hasta aquí mi pregunta es ¿Dónde están todas esas imágenes? Pues queda claro que a través de ellas se llegaría rápidamente a esclarecer de manera fiel los hechos acaecidos aquel aciago día. ¿Por qué razón, si todas mis conclusiones han sido ciertas, se mantienen escondidas a los ojos de todos?
Si no fuera porque tengo la certeza de que vivo en un “Estado de Derecho”, pensaría que alguien, algunos, han decidido esconderlas a la luz pública.
Si no fuera porque tengo confianza en la profesionalidad de los periodistas, pensaría que son unos cobardes que no se atreven a sacarlas a la luz o, peor, que están totalmente vendidos y que su trabajo real es lamer lo que manden sus prebostes.
Pero si he de basarme en lo que han enseñado algunos medios fascistas como TeleMadrid o TV3 la realidad supera lo imaginable: Vivo en una dictadura camuflada de democracia en la que todo está manipulado para llevar a sus ciudadanos al pensamiento único y lineal; y la única libertad de expresión que existe es la de poner alguna teta o algún coño en pantalla mientras alguna voz dice palabras como “joder” o “chúpamela”.
¿Y los políticos se “indignan” de que aquellos que han salido de Matrix tomen las calles?

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