miércoles, agosto 25, 2010

Estrategias de manipulación

¿Cómo nos manipula el sistema? ¿Cómo consiguen los dueños del mundo que todo y todos avancemos hacia donde ellos desean, como borregos estúpidos? ¿Seguimos pensando que la libertad es algo más que una palabra de ocho letras? En lo que va del final de la segunda guerra mundial hasta ahora el mundo ha cambiado mucho y los avances en las ciencias han llevado a los que mueven los hilos a aprender y aplicar las más diversas técnicas de manipulación y control sobre las masas, cada día más estúpidas, para controlarlas a su antojo. A continuación enumeraré algunas de las herramientas que utilizan para llevar a cabo su táctica.

1 - La distracción. Método que consiste en desviar la atención de lo importante inundándonos continuamente de distracciones o informaciones insignificantes. Esta herramienta también es útil para conseguir que la plebe deje de interesarse por conocimientos esenciales que pudieran llevarles a tener criterio y a preguntarse los por qué de las cosas. Dos buenos ejemplos pueden ser: el futbol y los programas de cotilleo. Si se hiciera una encuesta presentando la imagen de Van gogh, Saramago, Belen Esteban y Cristiano Ronaldo ¿Qué porcentaje de la población de este país sabría reconocer a unos y otros?

2 - Crear problemas y ofrecer soluciones. Es el método del problema-reacción-solución, basado en crear, o permitir que se cree, un problema y exponerlo de modo tal que suscite una reacción del público que demande una solución, la cual, independientemente del coste social que comporte, será aceptada de buen grado. Ejemplos: Permitir que se desencadene una grave crisis económica para que la solución sea un retroceso de los derechos sociales y la destrucción de los servicios públicos. Permitir u organizar, subterráneamente, atentados sangrientos para que la gente demande leyes de seguridad y policiales que desembocarán, inevitablemente, en una gran perdida de libertad social, política, de pensamiento y de expresión.

3 - Dirigirse al público como a niños de baja edad. Casi toda la publicidad utiliza argumentos, personajes y un tono básicamente infantil y próximo a lo débil, como si el espectador fuera un niño o un deficiente mental, y cuanto más se desee engañar al espectador u oyente, tanto más se adoptará ese tono infantilizante. Hoy en día esto es extensible a casi toda la programación de los grandes medios así como a la mayoría de cine y lectura que llega de las grandes multinacionales. A mayor incultura y madurez más posibilidad de manipulación. ¿Porque? Si se dirige a una persona como si tuviera la edad de 12 años entonces, en razón de la sugestibilidad, ella tendrá, con cierta probabilidad, una respuesta o reacción también desprovista de sentido critico al igual que una persona de 12 años." (cf. "Armas silenciosas para guerras tranquilas")

4 – Ignorancia. La destrucción, lenta pero implacable, de la educación pública. Eso genera que la brecha entre la clase obrera – donde nos encontramos la mayoría aunque muchos sigan creyendo que forman parte de una clase media inexistente – y la clase dirigente – la que mueve los famosos hilos – se incremente cada vez más. Cuanto peor sea la educación pública tanto más se incrementará su incapacidad crítica ante la manipulación a la que se halla sometida. Esto es extensible además a los contenidos de las series que se ofrecen a los jóvenes, en las que prevalece el concepto americano de ser “popular” (léase: vivalavirgen, pichabrava, cachonda, melasudatodo) a ser un “freaky” (léase: interesadoenestudiar, notenercuerposegunloscanones, serunomismo).

5 – Culpa en lugar de revolución. Culpar a las masas de todos los males: La debacle inmobiliaria la generó la gente que compraba, no los bancos ni los políticos que vendían una bondad económica irreal. Los extremistas islámicos tienen la culpa de todos los ataques terroristas, no los países que han generado sus guerras internas buscando la venta de armas y no soluciones políticas. Los negros que nos invaden como si esto fuera su casa, no los países que llevan expoliándoles su riqueza, tanto humana como de recursos, desde tiempo inmemorial… De este modo todos nos sentimos culpables o culpamos a terceros en vez de pensar una revolución real. Revolución que con toda probabilidad perderíamos, pero que podría causar un poco de “cagalera” a los amos del mundo.

El sistema nos conoce mejor que nosotros mismos. Todos los avances científicos y sociales les permiten prever como manipularnos a su antojo sin que seamos conscientes de ello. Nos encontramos en un mundo cercano al que planteó Isaac Asimov en su trilogía de “La Fundación” cuando planteaba unos avances matemáticos y estadísticos que predecían el futuro social del mundo y cómo actuar ante cualquier contingencia.
No quiero imaginarme lo que habrán planeado los socios del Club Bilderberg en su última reunión en Sitges. Desgraciadamente lo sabremos dentro de un tiempo. Inevitablemente.


2 comentarios:

Joan Escoda dijo...

Em semblen molt interessants les reflexions que fas. Hem de lliutar entre tots per afavorir l'autocrítica i la reflexió de les coses que ens vénen donades. També trobo que el sistema capitalista ha aconseguit una cosa fonamental, i és fer creure a les masses que és impossible un altre sistema, i que qualsevol alternativa és pitjor, i que les revolucions sempre han acabat empitjorant la situació. I el resultat és que cada cop hi ha més desigualtats, més individualisme, més egoísme i menys humanitat. Aviam quan per fi, i entre tots podem veure el món d'una altra manera. Aquests dies he estat mirant "El capitalismo: una historia de amor" de Michael Moore, i trobo que és molt revelador i suggerent sobre tots aquests temes que tractes. Una abraçada! i que la utopia no pari!

Unknown dijo...

Molt bo l’apunt que fas sobre el sistema capitalista. No l’he tingut en compte i es important no oblidar-ho.
Mentre el mon era bilateral la possibilitat de que qualsevol país canvies de bàndol permetia un equilibri que avui dia s’ha perdut en favor d’un neoliberalisme salvatge que ens durà als sistemes socials de finals del segle XIX.
Gracies per la teva aportació.