martes, junio 08, 2010

KRAHE Y LA IGLESIA

Como siempre se dice “Con la Iglesia hemos topado”.
Si bien ellos se atribuyen una potestad divina que les permite inmiscuirse en cualquier tema humano sea cual sea, sin pensar jamás que su fundamentalismo arcaico nos sobra ya a casi todos a estas alturas, en absoluto se retienen después cuando alguien les toca los cristos o a alguna de las innumerables vírgenes que devotamente idolatran.
En el caso que nos ocupa quiero referirme a lo que le ha sucedido al cantautor Javier Krahe. En el año 2004 (anteayer) y en una cadena privada de televisión, osó presentar un corto suyo en el hablaba básicamente de “cocinar un cristo”, era un simple chiste relativo a la resurrección que cuenta la Biblia.
Pues bien, este simple chiste le puede costar la cantidad de 192000 €. Basándonos en esto ¿Cuál debería ser entonces el coste de todas las muertes y torturas realizados por la Inquisición? Es cierto, olvidémoslo, eran otros tiempos, pero ¿Cuál debería ser el importe (a sabiendas de que no es cuantificable) que debería pagar la iglesia por todos los males cometidos por sus curas pedófilos, los obispos que les encubren y la más alta jerarquía, llámese Papa, conocedor de toda historia de esa “sagrada” iglesia de la que es primer ministro? Debe ser que no se juzgan a ellos mismos con el mismo rasero con el que se atreven a juzgar a los demás.
Si la sociedad comete actos que no gustan a su dios ellos se lanzan voraces esgrimiendo palabras bíblicas y apocalípticas – Vade retro Satanás – y claman a gritos que el poder ejecutivo y legislativo les eche una mano como siempre hicieron. Pero ¿Qué sucede si los actos los cometen ellos mismos? En ese caso ya será suficiente un correctivo interno y su dios se encargará de castigar al pecador.
Señores, su falta de ética, ya que les atribuyo una amoralidad supina, raya la desvergüenza más absoluta, y tal como demostraron a lo largo de dos milenios su nivel de bajeza no tiene límites.
De todos los estamentos que ha conocido la historia tal vez ninguno se haya aferrado a la poltrona del poder como lo ha hecho la iglesia. Ninguna crisis ha sido tan cruenta y duradera como la que generó la caída de Roma, después de la cual el cristianismo tuvo un poder absoluto de los cuerpos y las almas. Pocas bajezas habrá que alguno, o muchos de ellos, no hayan cometido a lo largo de la historia.
¿Se atreven ahora a erigirse en adalides, no solamente morales, sino también sociales? Su cinismo es tal que nada les afecta. El hecho de sentirse poseedores de la Verdad, su verdad, les permite ser de ese modo.
Como poder fáctico la iglesia es el peor de todos. Peor incluso que el peor dictador sanguinario, ya que ese actúa del modo que lo hace simplemente porque sí, mientras la iglesia se contradice a ella misma entre lo que dicta el dogma y sus propios actos.
Que se prepare Krahe, lo mismo que hubo de prepararse Galileo y tantos otros. Así como de sus pecados y sus vicios pronto se olvidan no sucede lo mismo con los que se atreven a cuestionarles.
Ya sabemos que no podemos esperar mucho más de un estamento plagado de enfermos sexuales, jerarquizado de un modo brutal y en el que la virtud que más profesan es la envidia.
No me queda claro que Javier acabe pagando, algún tipo de justicia humana de existir aún, pero de lo que no me cabe duda es de que ellos saldrán bien librados de todos sus desmanes hasta el fin de los días.
Dios nos asista. 

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