lunes, junio 21, 2010

Coincidencias 2

Hay quien diría “No existen las casualidades, es el destino el que mueve los hilos”. Yo soy del parecer que después de haber tirado una moneda 20 veces puedes tener la suerte, buena o mala, de que salga cara todas ellas. Vamos, que no creo en el destino pero sí en las coincidencias extrañas. Hoy me contaba mi amiga del alma un hecho que forma parte de ese grupo de coincidencias.
Para ponerse en situación he de explicar que ambos somos seguidores y admiradores de Jaume Sanllorente (Sonrisas de Bombay) desde hace ya unos años. Asistimos a una conferencia que dio en nuestra ciudad, fuimos a que nos firmara su precioso y duro libro “Sonrisas de Bombay” e incluso montamos, con toda la humildad del mundo, un PowerPoint con la idea de que rodara por el mundo.
La amiga de la que hablo trabajaba los fines de semana en el triangle y era la encargada de que la gente con necesidades fisiológicas pagara la cuota correspondiente por la utilización de los servicios, cosa no siempre fácil, se lo confirmo.
Sucedió entonces que en una de esas tardes de estar ahí ganándose el sustento apareció alguien que le recordaba a Jaume, se lo recordaba tanto que resultó que era él en persona, el treintañero con la vida más colapsada que uno pueda imaginar había venido desde Bombay hasta nuestra ciudad y quiso su vejiga que fuera el lugar de trabajo de ella el escogido para devolverle la calma (perdóname Jaume pero para mí eres así de humano)
Ella me dijo que apenas cruzaron cuatro palabras, evidentemente no era el lugar ni el momento, pero me consta que cuando ella le miró a los ojos un puntito más de felicidad se apoderó de ella. Eso lo sabemos los dos porque a ambos nos ha mirado a los ojos, y eso compañeros, se te queda grabado como un bella puesta de sol.

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