jueves, septiembre 15, 2011

La indignación de Esperanza Aguirre




Aparece Esperanza Aguirre totalmente ofendida, ofuscada, indignada.
Que sepa que yo la entiendo a la buena señora. Entiendo que los de su clase no entiendan otra indignación que no sea la suya. Pues ¿Cómo se atreve a indignarse el populacho y salir a la calle a protestar? ¿Con qué derecho democrático sale la plebe a pasear su indignación? Y para colmo, hacerle el insulto que le hicieron al gerente del Dios uno y trino. No quiero ni imaginarle la bronca que debió echarle el confesor. Lo dicho, tiene toda la razón. 
Qué añoranza de los buenos tiempos debe tener la buena señora. Cuando no eran necesarias las urnas para mandar. Cuando España se desenvolvía entre señoritos y grandes de España campando a sus anchas mientras al populacho, el mismo que ahora muestra su faz más chulesca y vergonzosa, le oprimían la cabeza las botas militares y policiales. Añoranza de los viejos tiempos en los que Manuel Fraga, sí, su mentor y maestro, salía en los medios diciendo a voz en grito aquello de “La calle es mía”. A buen seguro que con él hubiera medido más su indignación y su rabia. Y es que la vida, al fin y al cabo, se desenvuelve con lo que me decía mi padre: “de ser tuyas a ser mías, ¿Cuántas te comerías?”.
Por esas razones debe estar tan interesada en tener una policía autonómica. Es el primer paso para tener unas SS como las que disfrutó Hitler, aquel denostado ídolo de algunos. Por eso ahora se queja de que no se tomen los nombres del populacho indignado, sería el primer paso para tener una buena GESTAPO, DINA, KGB, CIA (el nombre no importa), esas policías políticas que todo lo saben, que todo lo manipulan y todo lo depuran.
A su derecha casposa no le interesan más que las consecuencias de las cosas, sobre todo si les son adversas. Pensar el las causas ya es algo que no cabe en sus cortas miras o, peor, es algo que prefieren obviar mientras se publicitan para llegar al poder a cualquier coste.
No quiero entrar en discusiones vanas en cuanto a la legalidad o no de la actuación de los indignados. Tan ilegal es salir a la calle sin permiso como permitir que los políticos, ella incluida, se permitan chulearle a toda la ciudadanía con el falso pretexto de que nos hacen un favor. Tan vergonzoso es salir a protestar la visita del Papa, que permitirles, a precio de coste, unas vacaciones baratas a los cachorros del Opus o de Cristo rey. Al final solo queda lo comido por lo servido.
En una de las frases nos dice “Si el actual Gobierno está decidido a permitir que unos señores privaticen un espacio público y se apropien de un espacio público porque quiere transformar la Puerta del Sol en la Bastilla, nosotros vamos a pedir la policía autonómica". No sé cuanto de amenaza puedan contener sus palabras. Sé que es propio de la derecha casposa actuar de ese modo, por las razones que dije más arriba. Pero quiero entender que no. Que no existe amenaza alguna en ellas y que solo desea actuar por el bien de España. De toda España, espero, no solo de aquella que decía el poeta que nos iba a helar el corazón.
Ya para terminar, y también sin intención alguna de amenaza, yo desearía aportar mi granito de arena con un consejo. Los perros son animales dóciles y confiados, aceptan de buen grado lo poco que les den e incluso son capaces de tolerar un alto nivel de mal trato. Por decirlo de modo coloquial: los perros son idiotas. Pero a pesar de ser así tienen un límite. Todos lo tenemos. Sobrepasado ese límite puede tener por seguro la señora Aguirre que hasta el perro mas dócil y fiel ataca a muerte si es necesario. Algo parecido a lo que le sucedió al pueblo francés cuando el martes 14 de julio de 1789 decidió tomar la Bastille (símbolo del despotismo, fortaleza del secreto, y lugar sin justicia), provocando con ello la caída del antiguo régimen y el comienzo de la Revolución francesa, cuyos ecos se extendieron por toda Europa hasta alcanzar la lejana Rusia, final del mundo civilizado de aquella época.

Fuentes:

No hay comentarios: