Aparece Esperanza
Aguirre totalmente ofendida, ofuscada, indignada.
Que sepa que yo la
entiendo a la buena señora. Entiendo que los de su clase no entiendan otra
indignación que no sea la suya. Pues ¿Cómo se atreve a indignarse el populacho
y salir a la calle a protestar? ¿Con qué derecho democrático sale la plebe a
pasear su indignación? Y para colmo, hacerle el insulto que le hicieron al
gerente del Dios uno y trino. No quiero ni imaginarle la bronca que debió
echarle el confesor. Lo dicho, tiene toda la razón.
Qué añoranza de los
buenos tiempos debe tener la buena señora. Cuando no eran necesarias las urnas
para mandar. Cuando España se desenvolvía entre señoritos y grandes de España campando
a sus anchas mientras al populacho, el mismo que ahora muestra su faz más
chulesca y vergonzosa, le oprimían la cabeza las botas militares y policiales. Añoranza
de los viejos tiempos en los que Manuel Fraga, sí, su mentor y maestro, salía
en los medios diciendo a voz en grito aquello de “La calle es mía”. A buen seguro
que con él hubiera medido más su indignación y su rabia. Y es que la vida, al
fin y al cabo, se desenvuelve con lo que me decía mi padre: “de ser tuyas a ser
mías, ¿Cuántas te comerías?”.
Por esas razones debe
estar tan interesada en tener una policía autonómica. Es el primer paso para
tener unas SS como las que disfrutó Hitler, aquel denostado ídolo de algunos.
Por eso ahora se queja de que no se tomen los nombres del populacho indignado, sería
el primer paso para tener una buena GESTAPO, DINA, KGB, CIA (el nombre no
importa), esas policías políticas que todo lo saben, que todo lo manipulan y
todo lo depuran.
A su derecha
casposa no le interesan más que las consecuencias de las cosas, sobre todo si
les son adversas. Pensar el las causas ya es algo que no cabe en sus cortas
miras o, peor, es algo que prefieren obviar mientras se publicitan para llegar
al poder a cualquier coste.
No quiero entrar en
discusiones vanas en cuanto a la legalidad o no de la actuación de los
indignados. Tan ilegal es salir a la calle sin permiso como permitir que los
políticos, ella incluida, se permitan chulearle a toda la ciudadanía con el
falso pretexto de que nos hacen un favor. Tan vergonzoso es salir a protestar
la visita del Papa, que permitirles, a precio de coste, unas vacaciones baratas
a los cachorros del Opus o de Cristo rey. Al final solo queda lo comido por lo
servido.
En una de las
frases nos dice “Si el actual Gobierno está decidido
a permitir que unos señores privaticen un espacio público y se apropien de un espacio público porque
quiere transformar la Puerta del Sol en la Bastilla, nosotros vamos a pedir la policía
autonómica". No sé cuanto de amenaza puedan contener sus palabras. Sé que
es propio de la derecha casposa actuar de ese modo, por las razones que dije
más arriba. Pero quiero entender que no. Que no existe amenaza alguna en ellas
y que solo desea actuar por el bien de España. De toda España, espero, no solo
de aquella que decía el poeta que nos iba a helar el corazón.
Ya para terminar, y
también sin intención alguna de amenaza, yo desearía aportar mi granito de
arena con un consejo. Los perros son animales dóciles y confiados, aceptan de
buen grado lo poco que les den e incluso son capaces de tolerar un alto nivel
de mal trato. Por decirlo de modo coloquial: los perros son idiotas. Pero a
pesar de ser así tienen un límite. Todos lo tenemos. Sobrepasado ese límite
puede tener por seguro la señora Aguirre que hasta el perro mas dócil y fiel
ataca a muerte si es necesario. Algo parecido a lo que le sucedió al pueblo
francés cuando el martes 14 de julio de 1789 decidió tomar la Bastille (símbolo
del despotismo, fortaleza del secreto, y lugar
sin justicia), provocando con ello la caída del antiguo régimen y el comienzo
de la Revolución francesa, cuyos ecos se extendieron por toda Europa hasta
alcanzar la lejana Rusia, final del mundo civilizado de aquella época.
Fuentes:
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