En su ultimo libro, que sale hoy a la venta, el físico y matemático Stephen Hawking nos dice que "El Big Bang fue una consecuencia inevitable de las leyes de la Física y se creó de la nada". Ahí es nada, y todo ello a una semanita de que Ratzi vaya a hacerles una visita a los de la iglesia anglicana.
O sea que tanto devanarse los sesos con lo de que Dios es uno y trino. Tanta guerra y tanta muerte en su nombre. Tanta lucha absurda por que prevalezca un Dios sobre los otros entre las tres religiones monoteístas, y al final va a resultar que todo era un “burdo rumor”.
Eso no quitará, evidentemente, que los fundamentalistas, los dogmáticos, los estúpidos propagadores de la fe por delante del conocimiento, continúen apoltronados en sus dorados tronos e impugnen ese paso hacia delante en lo concerniente al origen de todas las cosas.
Tampoco evitaremos a tantos y tantos beatos (sea cual sea su religión) que cierren sus ojos y sus oídos mientras siguen adorando a sus ídolos. Hay que comprender que un sinnúmero de humanos necesitan pensar en un más allá glorioso. Siguen viéndose como el ombligo del universo y para ellos es necesario darse esa importancia. O eso, o es que sus vidas son tan tristes que se verán en la necesidad de vivir alguna otra. Allá ellos.
¿Cómo actuará el Vaticano? ¿Hará lo mismo que hizo con Galileo, perdonándole trescientos años después? Que tiene cojones lo del perdón. ¿Harán lo mismo que con Giordano Bruno y Servet? Seguro que si pudieran lo harían, que a su Dios no lo chulea nadie. La suerte es que lo de las quemas y torturas ha caído en el desuso y el descrédito entre los pueblos aburguesados, más interesados en consumir que en otras sandeces.
De todos modos tiempo al tiempo, que hoy en día, aunque no tengamos una inquisición tenemos a cualquier Imán pirado que le da por evitarle mayores sufrimientos al pobre Stephen y ordena cargárselo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario